A pesar de contar con 24 instituciones para ese nivel, de entre todas las entidades federativas, Quintana Roo ocupa el último lugar en cobertura en materia de educación superior. De acuerdo a datos de la Secretaría de Educación Pública, para el ciclo 2004-2005, Quintana Roo apenas cubría el 14.3 %, lejos del Distrito Federal con el 48.3 % y de Sonora con el 33.4 %. Traduciendo los números, somos el estado con menos capacidad de respuesta para atender ese nivel de demandas académicas de la población y, por lo tanto, somos los coleros en el cumplimiento de ciertos objetivos del Programa Nacional de Educación.
Por ello, el proyecto de abrir un campus de la Universidad de Quintana Roo (UQROO) en Playa del Carmen es de obligada necesidad. Si no fuera así, de facto se estaría condenando la posibilidad de acrecentar el capital humano y de estimular la inteligencia en este estado que tiene el primer lugar a nivel nacional en población de inmigrantes.
Para elaborar el proyecto del campus, el gobernador Félix González nombró a Miguel Borge, exgobernador y creador de la Universidad de Quintana Roo. Así que una tarde, entre humo de cigarros, la ingesta de un consistente cabernet sauvignon chileno y la agradable brisa de la bahía, el Dr. Borge cumplió con la petición de hablar sobre el tema.
Supongo que teniendo en mente de que la educación es esencial para la formación de nuevas generaciones, donde se dé un desarrollo que integre valores, convicciones éticas, habilidades cognoscitivas y una actitud objetiva y crítica, Miguel Borge inicia con un apretado diagnóstico: “En cierto momento, en Playa del Carmen se presentó una interesante y preocupante paradoja: la construcción de establecimientos de la industria turística creció más rápido que la población; el núcleo poblacional no creció al mismo ritmo por problemas de tierras; después, la tasa de crecimiento anual de la población llegó a 26 %, actualmente se ha estabilizado en un 14 %. Pero ahora tenemos en educación un importante avance y un gran rezago: la cobertura de la educación primaria en el municipio de Solidaridad es la más alta en el estado, pero la cobertura a nivel de educación superior es de las más bajas: el 3 %. La capacidad instalada por la Universidad Interamericana para el Desarrollo es la única que atiende ese porcentaje”. Hasta antes de la creación del municipio de Tulum, el de Solidaridad tenía alrededor de 160 mil habitantes.
Por las características de que un buen sector de la población susceptible de ingresar a alguna oferta académica que se ofrezca forma parte de Población Económicamente Activa, “el futuro campus deberá tener cierta flexibilidad, posiblemente ofrezca un sistema semiabierto. Se debe saber diferenciar entre aquellos que sólo se dedican a estudiar y los que trabajan y desean estudiar. No puede haber un trato igual a los desiguales”.
Para algunos tomadores de decisiones la educación superior se vincula exclusivamente a la productividad, a la competitividad y al desarrollo, pero para el Coordinador del proyecto “la Universidad no es un centro de capacitación para el trabajo; la Universidad es una institución para formar recursos humanos que nos garanticen una proyección hacia el futuro. La Universidad tiene que ser generadora de conocimientos y atender las necesidades de su entorno. Se tendrá que saber diferenciar entre las carreras que son profesionalizantes y las que no son. Deberán haber carreras que permitan a los egresados trabajar en lo inmediato, en actividades económicas preponderantes y carreras que se orienten a estudios que no necesariamente encajan en el esquema actual del aparato productivo, pero que tienen razón en función de la generación de conocimiento y en función de la visión de lo que pueda ser el futuro de la zona. De lo contrario nos quedaríamos viviendo en el presente”.
¿Pero la Universidad podrá preparar y abastecer de recursos humanos gerenciales a la industria turística, donde a esos niveles la presencia de quintanarroenses es nula? “En el proyecto, las carreras profesionalizantes se vincularan a las actividades turísticas. Deberá haber un nuevo esquema de vinculación para que el sector productivo y de servicios tenga confianza de que nuestros egresados cumplen con los requisitos que ellos reclaman en ciertos niveles. El sector productivo no sólo debe opinar sobre las carreras, sino también debe formar parte del proceso de evaluación de los egresados. Que los egresados estén valorados por sus futuros empleadores, pues no se trata de tener grandes cantidades de egresados de carreras turísticas y que no tengan trabajo”.
¿Eso no significa revisar la toolbox axiológica y normativas de la UQROO? “Será un campus diferente al de Chetumal. Es posible que se revise la normatividad, específicamente la Ley Orgánica. El gobernador me pidió que el proyecto sea eficaz para la Riviera Maya, así me lo encargó. Hacer un copy-paste, no tendría sentido. No se hace una Universidad todos los días, hay que intentar con imaginación cosas nuevas y mejores. Tenemos que evitar duplicidades y tener una estructura eficiente que reduzca costos en la educación”.
Hoy las universidades tienen varios propósitos: educar para contribuir a la justicia y la equidad; propiciar la democracia, la cohesión social y la responsabilidad ciudadana y mejorar la calidad de vida en todas sus dimensiones. “Exacto. En la Universidad los jóvenes deben estar bien preparados: no hay mejor práctica que la que da la teoría. Se debe dar mucha base teórica, despertar la imaginación en todos sus miembros, ver que la imaginación no tiene límites. Hoy vemos que existen modelos que tratan de teorizar cómo con imaginación se crean productos y mercados que salen de la maraña de la competencia a la que estamos acostumbrados”.
“La Universidad debe ser capaz de inyectar en sus alumnos y egresados una gran dosis de imaginación y creatividad y no solo formar para mantener el status quo, sino para que evolucione la sociedad”, subraya Miguel Borge.
¿Se está en camino de recuperar algún proyecto perdido? “La Universidad tiene y deberá seguir teniendo una función cultural importante en la zona y en la región del Caribe. Este es un concepto que está considerado en el campus de la UQROO de la Riviera Maya. Habrá una vinculación internacional a través de un Centro, con instalaciones para investigadores nacionales y extranjeros...”
La educación superior es un ingrediente importante de las políticas públicas ya que su contribución es fundamental para construir un país equitativo, democrático y próspero. La creación de un nuevo y diferente campus universitario es una excelente oportunidad para responsablemente echar la imaginación al vuelo, buscando que datos como 34 mil cuartos de hotel sean orientadores y no determinantes de políticas públicas.
Por ello, el proyecto de abrir un campus de la Universidad de Quintana Roo (UQROO) en Playa del Carmen es de obligada necesidad. Si no fuera así, de facto se estaría condenando la posibilidad de acrecentar el capital humano y de estimular la inteligencia en este estado que tiene el primer lugar a nivel nacional en población de inmigrantes.
Para elaborar el proyecto del campus, el gobernador Félix González nombró a Miguel Borge, exgobernador y creador de la Universidad de Quintana Roo. Así que una tarde, entre humo de cigarros, la ingesta de un consistente cabernet sauvignon chileno y la agradable brisa de la bahía, el Dr. Borge cumplió con la petición de hablar sobre el tema.
Supongo que teniendo en mente de que la educación es esencial para la formación de nuevas generaciones, donde se dé un desarrollo que integre valores, convicciones éticas, habilidades cognoscitivas y una actitud objetiva y crítica, Miguel Borge inicia con un apretado diagnóstico: “En cierto momento, en Playa del Carmen se presentó una interesante y preocupante paradoja: la construcción de establecimientos de la industria turística creció más rápido que la población; el núcleo poblacional no creció al mismo ritmo por problemas de tierras; después, la tasa de crecimiento anual de la población llegó a 26 %, actualmente se ha estabilizado en un 14 %. Pero ahora tenemos en educación un importante avance y un gran rezago: la cobertura de la educación primaria en el municipio de Solidaridad es la más alta en el estado, pero la cobertura a nivel de educación superior es de las más bajas: el 3 %. La capacidad instalada por la Universidad Interamericana para el Desarrollo es la única que atiende ese porcentaje”. Hasta antes de la creación del municipio de Tulum, el de Solidaridad tenía alrededor de 160 mil habitantes.
Por las características de que un buen sector de la población susceptible de ingresar a alguna oferta académica que se ofrezca forma parte de Población Económicamente Activa, “el futuro campus deberá tener cierta flexibilidad, posiblemente ofrezca un sistema semiabierto. Se debe saber diferenciar entre aquellos que sólo se dedican a estudiar y los que trabajan y desean estudiar. No puede haber un trato igual a los desiguales”.
Para algunos tomadores de decisiones la educación superior se vincula exclusivamente a la productividad, a la competitividad y al desarrollo, pero para el Coordinador del proyecto “la Universidad no es un centro de capacitación para el trabajo; la Universidad es una institución para formar recursos humanos que nos garanticen una proyección hacia el futuro. La Universidad tiene que ser generadora de conocimientos y atender las necesidades de su entorno. Se tendrá que saber diferenciar entre las carreras que son profesionalizantes y las que no son. Deberán haber carreras que permitan a los egresados trabajar en lo inmediato, en actividades económicas preponderantes y carreras que se orienten a estudios que no necesariamente encajan en el esquema actual del aparato productivo, pero que tienen razón en función de la generación de conocimiento y en función de la visión de lo que pueda ser el futuro de la zona. De lo contrario nos quedaríamos viviendo en el presente”.
¿Pero la Universidad podrá preparar y abastecer de recursos humanos gerenciales a la industria turística, donde a esos niveles la presencia de quintanarroenses es nula? “En el proyecto, las carreras profesionalizantes se vincularan a las actividades turísticas. Deberá haber un nuevo esquema de vinculación para que el sector productivo y de servicios tenga confianza de que nuestros egresados cumplen con los requisitos que ellos reclaman en ciertos niveles. El sector productivo no sólo debe opinar sobre las carreras, sino también debe formar parte del proceso de evaluación de los egresados. Que los egresados estén valorados por sus futuros empleadores, pues no se trata de tener grandes cantidades de egresados de carreras turísticas y que no tengan trabajo”.
¿Eso no significa revisar la toolbox axiológica y normativas de la UQROO? “Será un campus diferente al de Chetumal. Es posible que se revise la normatividad, específicamente la Ley Orgánica. El gobernador me pidió que el proyecto sea eficaz para la Riviera Maya, así me lo encargó. Hacer un copy-paste, no tendría sentido. No se hace una Universidad todos los días, hay que intentar con imaginación cosas nuevas y mejores. Tenemos que evitar duplicidades y tener una estructura eficiente que reduzca costos en la educación”.
Hoy las universidades tienen varios propósitos: educar para contribuir a la justicia y la equidad; propiciar la democracia, la cohesión social y la responsabilidad ciudadana y mejorar la calidad de vida en todas sus dimensiones. “Exacto. En la Universidad los jóvenes deben estar bien preparados: no hay mejor práctica que la que da la teoría. Se debe dar mucha base teórica, despertar la imaginación en todos sus miembros, ver que la imaginación no tiene límites. Hoy vemos que existen modelos que tratan de teorizar cómo con imaginación se crean productos y mercados que salen de la maraña de la competencia a la que estamos acostumbrados”.
“La Universidad debe ser capaz de inyectar en sus alumnos y egresados una gran dosis de imaginación y creatividad y no solo formar para mantener el status quo, sino para que evolucione la sociedad”, subraya Miguel Borge.
¿Se está en camino de recuperar algún proyecto perdido? “La Universidad tiene y deberá seguir teniendo una función cultural importante en la zona y en la región del Caribe. Este es un concepto que está considerado en el campus de la UQROO de la Riviera Maya. Habrá una vinculación internacional a través de un Centro, con instalaciones para investigadores nacionales y extranjeros...”
La educación superior es un ingrediente importante de las políticas públicas ya que su contribución es fundamental para construir un país equitativo, democrático y próspero. La creación de un nuevo y diferente campus universitario es una excelente oportunidad para responsablemente echar la imaginación al vuelo, buscando que datos como 34 mil cuartos de hotel sean orientadores y no determinantes de políticas públicas.
Actualmente existen en el país 1,894 instituciones de educación superior y la cobertura del sistema a nivel nacional es del 26.2 %. Quintana Roo se encuentra entre los ejes de la política educativa de Plan Nacional y Estatal de Desarrollo, pero también se encuentra con la posibilidad real de aumentar su cobertura educativa y replantearse todo el sistema de educación superior que lo haga más eficiente, próspero y coherente con su entorno y parece que eso lo sabe Miguel Borge.
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